El cáncer testicular ataca a cerca de 8,000 hombres por año en Estados Unidos. La mayoría de estos hombres son de entre 15 a 40 años. Cuando se detecta lo suficientemente temprano, el cáncer testicular puede ser curado en más del 95% de los casos. Si no se detecta, puede esparcirse a otras partes del cuerpo, como los pulmones y el cerebro.

Chécate los testículos una vez al mes de la siguiente manera:

Paso 1: Toma un baño caliente. El agua tibia relaja los músculos que sostienen los testículos en el escroto, permitiendo que sea más fácil para ti examinarlos.

Paso 2: Toma los dos testículos, uno con cada mano. Siéntelos al mismo tiempo. Puede que no sean idénticos, pero no debería haber ninguna diferencia dramática.

Paso 3: Gentilmente examina cada testículo de forma individual con ambas manos. Pon los dedos índice y medios debajo del testículo y el pulgar arriba de él. Rueda el testículo entre tus dedos por unos 30 segundos presionando levemente. Busca bordos o granos. Cada testículo debería de sentirse liso como un huevo cocido. Si piensas que has sentido algo, no te asustes. Muchos hombres confunden el epidídimo, un tubo suave colocado detrás de cada testículo, con un grano o borde. Si no estás seguro o si sientes otros granos o bordes, consulta a tu doctor.